Buenos Días Perú

27/02/2020

Mototaxistas informales: ¿cómo hacer frente a este transporte caótico y violento?

La proliferación de este transporte informal inició en los años 90, cuando el sistema de transporte colapsó. Hoy existen más de 376 mil mototaxis en la capital.




 

El mototaxi es el vehículo favorito de los delincuentes para el robo al paso, es por eso que cuando las autoridades quieren fiscalizarlos oponen resistencia de manera violenta. Ahora la población teme subirse a ellos, pero aún así lo hace porque los sistemas de transporte masivo no se dan abasto, pues son llegan hasta las zonas urbanas más alejadas.

Según la fundación Transitemos, hay más de 376 mil mototaxis en la capital. Su proliferación inició cuando el sistema de transporte colapso en los años 90. Estos vehículos se caracterizan por no respetar las normas, transitan por vías metropolitanas y la Costa Verde, poniendo en riesgo la integridad de sus pasajeros.

Esto se debe a que la ley que rige este servicio es de competencia municipal, es decir que no tiene injerencia el Ministerio de Transportes y Comunicaciones ni la Autoridad del Transporte Urbano. Muchos de los conductores tiene poco respeto por sus pasajeros, pues conducen sin permiso municipal, sin Soat y hasta sin brevete.

Magdalena, por otro lado, es uno de los municipios que ha conseguido organizarlos, de tal manera que llegan a satisfacer la necesidad de un transporte de bajo costo y rápidamente accesible para realizar trayectos cortos.

Para Susel Paredes, gerenta de Seguridad Ciudadana, Fiscalización y Control de Magdalena, lo mas importante es la relación de la municipalidad con las diez empresas de transportes que agrupan a los 346 mototaxis del distrito. “Tenemos inspectores que piden documentación permanente, pero también tenemos una alianza con las asociaciones de mototaxis de San Miguel de Magdalena en la que nos dicen por dónde van los mototaxis informales; porque para las asociaciones formales su mayor competencia es la mototaxi pirata”, señaló.

En Magdalena, incluso estos vehículos menores tienen paraderos y un controlador que verifica las condiciones en las que se presta el servicio. De esta forma, el municipio de Magdalena se ha convertido en un ejemplo a seguir, pero es necesario que la población también se comprometa y evite hacer uso del transporte informal, caótico y violento.

 


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