De terror. Andrea Regina Aguirre Concha esconde secretos cada vez más siniestros. La joven estudiante, animalista, activista por los derechos humanos y amante del arte que desde muy joven inició sus estudios de antropología en la Universidad de San Marcos, permanece impasible.
Hoy, ese ferviente discurso de amor al prójimo quedó en el pasado. La policía recogió la confesión de la joven de 28 años en torno al caso de la muerte y desaparición de Solsiret Rodríguez. Según las autoridades, ella durmió más de tres años con el cráneo de su concuñada.
Este estaba guardado cuidadosamente en una caja. Parte de las extremidades, envueltas en fardos. Gracias a sus estudios, donde incluso apoyó a familias que sufrieron la desaparición de sus familiares, sabía que solo debía sacar los restos para limpiarlos y evitar malos olores.
Aguirre confesó haber descuartizado el cuerpo de Solsiret luego de que esta muriera por una caída, tras una fuerte discusión. Una carta hallada en la computadora de la joven madre daría un giro total al caso: ella habría sido seducida por Kevin Villanueva, gemelo de su pareja y quien estaba con Andrea.
Las autoridades buscan a Brian Villanueva, quien se encuentra no habido. Intentan esclarecer si la muerte fue un homicidio o feminicidio. Mientras tanto, hoy se definirá si los detenidos van nueve meses a prisión preventiva.