Los colectiveros vuelven a burlarse de la ley. Ahora estos sujetos se ha apoderado de la cuadra uno y dos del jirón Andahuaylas para convertir la zona en su paradero informal. Operan con total impunidad, sin fiscalización de la policía ni la Municipalidad de Lima.
Estos choferes, por brindar un servicio de transporte ilegal, no cuentan con el SOAT correspondiente. Es decir, si sufren un accidente, sus pasajeros no tendrían cobertura de atención médica. Esto al parecer poco importa al momento de tomar estas unidades.
Curiosamente, este paradero informal está a solo dos cuadras del Congreso de la República, una zona que se ha convertido en la tierra de nadie. Hasta los ambulantes hacen lo que quieren, generando no solo desorden sino también basura.
La Gerencia de Transporte Urbano y Fiscalización de la Municipalidad de Lima, así como la Policía Nacional, tienen un arduo trabajo por hacer para devolverle el orden a esta zona del Centro de Lima.