En la capital, el incremento de robos es una constante. En esa vorágine de delincuencia las víctimas más comunes son las mujeres, y no solo eso, sino que son el objetivo al que atacan con más violencia los hampones.
En estas imágenes queda demostrado que, sin importar el distrito, asaltantes buscan a mujeres desprevenidas, solas o acompañadas, de día o noche, para atentar contra ellas y llevarse sus pertenencias, la más común: sus carteras.
La mayoría de las veces los ladrones, en motos lineales o a pie, atacan a mujeres distraídas, las encañonan y si ellas no ceden, las golpean violentamente para que se dejen robar, luego huyen rápidamente dejando un trauma difícil de superar en las víctimas.