Hace 15 días, el Perú se conmocionó cuando fueron encontrados los restos de dos personas asesinadas. La indignación creció cuando las investigaciones determinaron que se trataría de una mafia venezolana relacionada a la venta de drogas y prostitución.
Este hecho ha marcado un antes y después, pues hoy en día, el temor frente a la migración venezolana no solo se apodera de los ciudadanos de a pie, sino también de los empresarios y comerciantes, que ahora prefieren no contratar extranjeros.
En Arequipa y Cusco, las autoridades propusieron ordenanzas que limitaban la contratación de venezolanos por las empresas privadas, pero estas no fueron aprobadas. Mientras tanto, la campaña de discriminación continúa y se hace cada vez más intensa.
Incluso ya se han empezado a formar los colectivos que buscan frenar el ingreso de venezolanos al Perú. La asociación “Escucha extranjero la casa se respeta” propone una ley que regule la migración y el comportamiento de los extranjeros en el territorio nacional.
Según el sociólogo Jorge Yamamoto, el rechazo hacia la población venezolana migrante es el reflejo de nuestro sistema social más primitivo y salvaje. Migraciones señala quec860 mil los venezolanos que han ingresado a nuestro país de manera formal.
