Disparos, peleas callejeras y disturbios se han vuelto el pan de cada día en una zona de la avenida Tomás Valle, en San Martín de Porres, donde abundan las discotecas y los hostales. Pese a haber sido clausurados, estos locales continúan atendiendo.
Las cámaras registraron cómo, pese a tener un enorme muro de ladrillos, estos negocios siguen trabajando, llamando gente, invitándolos a ingresar y pasando por alto las normas. Algunos clientes ingresan sin ningún problema y sin importarles los carteles de clausurado.
El caos y la violencia se han vuelto el pan de cada día en este lugar, sin embargo, estos locales ya se encuentran en la mira de las autoridades y podrían ser clausurados definitivamente mucho más pronto de lo que se imaginan.