El distrito de El Agustino es solo uno de los puntos en la capital tomados por la delincuencia. A cualquier hora y en cualquier lugar, raqueteros, arrebatadores y robacasas siembran el terror, como se puede observar en las cámaras de seguridad del distrito.
El serenazgo del El Agustino no descansa en sus labores de vigilancia y captura de estos sujetos, en uno de los distritos con mayores índices delincuenciales. Gracias a su labor, muchos de estos facinerosos han acabado tras las rejas.
El valiente accionar de estos uniformados, que pese a las carencias y la falta de recursos se juegan la vida en la interminable batalla contra el hampa, aún le permite a los ciudadanos tener la esperanza de una vida en paz.