La delincuencia no perdona ni a los que menos tienen. En el asentamiento humano Edilberto Ramos, una de las zonas mas pobres y olvidadas de Villa El Salvador, ahora no solo deben convivir con la miseria, sino con el miedo de ser asaltados.
Cámaras de seguridad registraron arrebatos, robos a casas y hasta asaltos en mototaxi bajo la modalidad del ‘arrastre’. Este tipo de robos, con toda cobardía y brutalidad, ya se ha convertido en el pan de cada día.
Los vecinos están hartos. La población ha organizado un comité de vigilancia y ha colocado cámaras de seguridad con sus propios recursos, pero todo esfuerzo parece inútil ante la falta de presencia de las autoridades.