Jaime Espinoza tenía que pagar la luz, así que organizó una pollada en su vivienda en La Molina. Al evento llegaron distintos invitados, entre ellos, Jhonatan Gutierrez, el asesino. En la actividad social ambos hombres discutieron, donde Gutierrez sacó un arma y lo mató.
Luego de disparar, Jhonatan huyó de la escena; sin embargo, fue rápidamente perseguido por los demás asistentes quienes lo atraparon y golpearon. Mientras tanto, otros amigos y familiares de la víctima intentaron trasladar a Espinoza al hospital, pero él no resistió.
El asesino fue trasladado a la Depincri de La Molina, lugar donde acudió la familia de Jaime Espinoza para hacer justicia con sus propias manos. Con la muerte de la víctima, dos menores de edad de 1 y 4 años quedaron sin padre.