El daño que ha causado Sendero Luminoso en nuestro país es irreparable, no solo por teñir las páginas de nuestra historia con sangre, sino por las secuelas que causó en las familias víctimas de los atentados de este grupo terrorista.
Buenos Días Perú conversó con Angélica Jiménez, una de las víctimas del atentado en la calle de Tarata, quien sufrió las consecuencias que acarreó el atentado pues tenía 5 meses de embarazo el día de la explosión.
Las ondas expansivas causaron daños irreparables en su hijo pues el cerebro de su pequeño hijo quedó casi destruido. Pese a que casi ha perdido la visión del ojo derecho, continúa trabajando en busca de un mejor bienestar para Sebastián.
Y es que su hijo sufrió una lesión degenerativa y poco a poco fue perdiendo sus funciones vitales, además que necesita apoyo para realizar sus actividades. Por lo tanto, necesita de medicinas para evitar convulsiones y terapias para no perder la movilidad.
Angélica tiene dos trabajos pero se encuentra con algunas limitaciones por lo que pide ayuda para que su hijo cuente con un seguro de salud y una mejor calidad de vida. Asimismo desea que el estado le garantice que Sebastián no quedará desemparado cuando ella no este presente.
