Ya nadie se salva. Los delincuentes le han puesto la mira a las peluquerías, salones de belleza y spas en la capital. Los asaltos a estos negocios son cada vez más violentos y constantes que muchos dueños se han visto obligados a cerrar sus locales.
Cámaras de seguridad de estos negocios registran cómo delincuentes armados ingresan a los locales para robar las ganancias del día y las pertenencias de los clientes y trabajadores en tan solo cuestión de unos minutos.
Estos sujetos no tienen temor alguno de ser descubiertos ya que ingresan a los locales sin cubrirse el rostro. Con total violencia, amenazan con pistola en mano a sus víctimas para lograr su cometido y robarse dinero, artículos de belleza y hasta equipos.
A los sujetos parece importarles poco la presencia de menores de edad y amenazan a sus familias para robarles billeteras, dinero y celulares. Algunos se hacen pasar como falsos clientes y sus cómplices los esperan en las afueras de los locales para emprender la huida.
Ante los constantes asaltos, los dueños de muchos de estos centros de belleza, se han visto obligados a cerrar sus negocios, por que han quedado en la quiebra o en algunos casos se robaron hasta las tijeras de trabajo.
