El ministerio del Ambiente inició una campaña para que las personas tomen conciencia del daño que hacen a todos los peruanos a la hora de que se arroja basura al caudal del río Rímac.
Por ello, han decidido brindarle una ‘voz’ al Río Rímac para apelar a la conciencias de las personas que intenten arrojar basura. A través de unos parlamentes, una vieja y cansada voz interpela a las personas a fin de que tomen conciencia de sus actos.
Desde niños hasta ancianos. Las personas al ser enfrentados con la ‘voz del río’ no abandonaron su intención de querer botar la basura. Los vecinos se quejan no solo por el olor putrefacto por todos los residuos que se arrojan allí, sino por el costo económico que significa para todos los peruanos, puesto que la limpieza de las aguas cada vez se hace más costosa.
Así lo advirtió la Sunass: “Todo lo que pagamos en nuestro recibo de agua, es lo que la empresa necesita invertir y gastar para potabilizar y tratar esas aguas”. Es decir, si ensucia más el agua, más insumos químicos serán necesarias para su consumo humano.
