En el Rímac, los vecinos del pasaje Purús que habitan en un antiguo solar de más de 50 años de antigüedad realizaron una protesta en la que mostraron palos, balones de gas y hasta bombas molotov para evitar que sean desalojados de sus viviendas.
Esto se debe a la falta de un pago mensual por dicha propiedad que le pertenece al convento Santo Domingo, y es que desde hace 20 años los moradores no han realizado algún desembolso por su permanencia en el lugar. Es por ello que las más de 33 familias se han atrincherado en la quinta señalando que no cuentan con los medios económicos para afrontar este costo.
Finalmente, uno de los vecinos indicó que el abogado de los representantes del convento Santo Domingo, Ángel Chipana, fue quien les informó de la orden de desalojo porque no se ha cumplido con el pago total de la deuda.