Los asaltos y la presencia de personas de malvivir por las noches mantienen en vilo desde hace 4 años a los vecinos de San Martín de Porres y el Cercado de Lima, que ante la demora en la construcción del puente Bella Unión que colapsó en el 2013, se ven obligados a cruzar a través de la estructura provisional con el temor a convertirse en una víctima más de la delincuencia.
Según el último informe emitido por la Contraloría, esta obra está avanzada sólo en un 40% y los vecinos viven a diario un vía crucis que no tiene cuando acabar. En horas punta el tráfico continúa siendo congestionado en las avenidas próximas al Bella Unión, como Perú y Universitaria, por ello hasta los motociclistas van por la misma vía que los peatones.
Los vecinos de la zona esperan que esta obra esté culminada para el segundo semestre de este año tal como se anunció.
