Walter Miranda Vargas aparece como acusado en un proceso con delitos sumamente graves, por un error tipográfico, es decir, el operador de justicia se equivoca al escribir el nombre del sujeto y se termina implicando a una persona inocente.
Miranda Vargas trabajaba en el Ministerio público como seguridad. El 14 de noviembre va a su centro laboral pero no le permiten el ingreso. Al acercarse a la oficina de recursos humanos le informan que cayó en falta puesto que aparece que tiene antecedentes penales y lo suspenden del trabajo. Miranda ha sido implicado en un proceso de robo agravado.
Imelda Tumi Alan, representante de la Defensoría del Pueblo es quien está asesorando a Miranda Vargas. Tumi comentó que si bien existe un precedente de este tipo de problemas por homonimia, en este caso se trataría de la neglicencia de un operador judicial por no verificar el nombre y el número de DNI de la persona realmente implicada en el proceso, y tomar el primer nombre a la vista.
Tumi Alan invocó a los auxiliares de justicia y a los magistrados respetar la identidad de las personas, puesto que Miranda Vargas ha perdido un trabajo y su buen nombre a causa de una negligencia. “No es justo que se vaya a RENIEC y simplemente porque tiene los mismos apellidos y nombres similares, se le involucre”, comentó.
