Son varias las veces en las que ciudadanos chinos, dueños de chifas, han actuado con extrema violencia. Algunos de ellos, utilizando los cuchillos de cocina, aterrorizaron a sus propios comensales.
Hace una semana en Huánuco, el dueño de un chifa golpeó brutalmente a un niño de 11 años. Lo dejó con el rostro ensangrentado y lesiones en el cuerpo. Otro ciudadano chino hirió con un machete a un joven universitario, quien recibió un profundo corte en el brazo por invitarle comida a un indigente dentro del local.
Se trata de ciudadanos chinos que pusieron en peligro la vida de un niño, de un joven y, hace dos días, la integridad de los fiscalizadores de La Victoria que realizaban una inspección en su local.