El poderoso tifón Noru en su paso por Filipinas dejó seis rescatistas muertos, inundaciones y apagones, obligando a las autoridades a suspender las clases y cerrar las oficinas de gobierno en la capital y provincias.
“Eran héroes vivientes que estaban ayudando a salvar las vidas de nuestros compatriotas en medio de esta calamidad. Esto es muy triste, la verdad”, expresó Daniel Fernando, gobernador de la provincia de Bulacán.
El fenómeno natural tocó tierra con vientos de hasta 195 kilómetros por hora y descargó lluvias torrenciales, que generaron graves inundaciones en su paso.