Con una amplia mayoría, Chile rechazó este último domingo la propuesta de una nueva Constitución que buscaba cambiar la hecha durante la dictadura de Augusto Pinochet por otra con más normas más progresistas. Incluso, el desenlace superó las expectativas de la oposición conservadora.
Con más de 15 millones de electores, fue la opción más votada en la historia de Chile, un récord matizado por el debut del voto obligatorio y la inscripción automática.
Con el 99, 9 % de los votos escrutados, el "Rechazo" se impuso con 61,9 % frente al "Apruebo", que obtuvo 38,13 %, según informó el servicio electoral.
El resultado es un golpe muy duro para el Gobierno de Gabriel Boric, que lo había apostado todo a un triunfo del Apruebo.
El proyecto proponía una economía de mercado pero aspiraba a consagrar un nuevo catálogo de derechos sociales en materia de salud, aborto, educación y pensiones, con énfasis medioambiental y una "plurinacionalidad" indígena.
Tras la revelación de los resultados, Boric se comprometió a dar continuidad al proceso constituyente a lado del Congreso y trabajar para darle celeridad.
