Una tormenta tropical sacudió el norte de Filipinas y dejó al menos tres heridos y miles de desplazados, además de obligar a las autoridades a cerrar colegios y oficinas gubernamentales en la capital y en varias provincias propensas a sufrir inundaciones y deslaves.
La tormenta Ma-on obligó que alrededor de 600 personas tuvieron que ser evacuadas en el norte esa nación tras la llegada de los fuertes vientos.
Las lluvias y los vientos de hasta 185 kilómetros por hora, generaron graves inundaciones y deslizamientos de tierra en las zonas con mayor intensidad de la tormenta.
Cabe señalar que 162 localidades se vieron obligadas a cerrar los colegios, así como las oficinas y centros de labores.