Aproximadamente unas 800 personas recibieron una o más dosis falsas de las vacunas contra la COVID-19 en Uganda en plena ola de infecciones, así confirmaron las autoridades de ese país este miércoles.
La mala práctica fue realizada por médicos y enfermeras “sin escrúpulos”, quienes en muchos casos mezclaron las dosis con agua y las aplicaron a los pacientes entre los meses de mayo y junio.
El supervisor de servicios sanitarios en la presidencia, Warren Naamara, detalló que estas personas tenían como objetivo que las personas paguen por sus vacunas, cuando en el país hay escasez de dosis.
DOS DETENIDOS Y UN PRÓFUGO
Asimismo, detalló que hay dos trabajadores sanitarios fueron detenidos y un médico se encuentra prófugo. Cabe resaltar, que los estafadores cobraban entre 25 y 120 dólares por inyección.