El día de ayer, el llamado del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para una investigación renovada sobre los orígenes del nuevo coronavirus COVID-19 ha levantado muchas críticas en Beijing.
Cuando inició la pandemia del SARS CoV-2, el expresidente Donald Trump comenzó a promover una teoría de que el virus se había escapado de un laboratorio en Wuhan, la ciudad china donde se detectó por primera vez.
China reaccionó con enojo a esta afirmación, y ahora rechazan la intensión del actual inquilino de la Casa Blanca para investigar el origen argumentando que este se pudo haber producido en un laboratorio chino.