Desde los Estados Unidos, el Gobierno de Joe Biden admitió que se enfrenta a una crisis en el suministro de combustible tras el ciberataque contra la mayor red de oleoductos del país, pero aclaró que no hay escasez de gasolina.
Ante esta situación la Casa Blanca ha pedido a los consumidores que no acumulen carburantes y a los vendedores que no aprovechen este momento para especular.
Cabe señalar que Colonial, la empresa que proveé el 45 % del combustible que se consume en la costa este de Estados Unidos, fue objeto de un ataque atribuido al grupo de piratas informáticos "Darkside".