Las masivas protestas en Colombia podrían desencadenar una tragedia sanitaria. En Bogotá, capital colombiana, ya se alertó sobre un posible colapso hospitalario.
Para prevenirse, en Medellín se ha iniciado un plan de rastreo de nuevos contagios COVID-19, el cual consiste en una identificación precoz por medio de toma de pruebas a todos los participantes de las protestas, para adelantarse a posibles complicaciones que se podrían presentar a raíz de un aumento de contagios.
Cali también teme un repunte de casos, pues las protestas en esta zona han sido masivas. Por ello, los epidemiólogos colombianos llamaron a un acuerdo entre el Gobierno y los líderes de las protestas a fin de preservar la salud de los ciudadanos y evitar una mayor transmisión del virus.