Más de 1 millón de toneladas de agua contaminada de la planta nuclear de Fukushima serán liberadas al mar. El gobierno de Japón aseguró que se harán cargo de los posibles daños: “garantizaremos la seguridad que está por encima de los estándares de la población y el gobierno tomará medidas exhaustivas contra los posibles daños”, manifestó el primer ministro nipón.
Según informó el gobierno, el agua será tratada y diluida para que los niveles de radiación estén por debajo de los aceptables para el agua potable. Algunos habitantes, la industria pesquera y los países de China y Corea del Sur han rechazado esta medida.
El gobierno asegura que el vertimiento del agua que se usó para enfriar el combustible nuclear comenzará en dos años. Actualmente, este líquido es tratado a través de un complejo proceso de filtración que elimina la mayoría de los elementos radiactivos, que posteriormente se almacenan en grandes tanques, pero el operador de la planta advirtió que se está quedando sin espacio.