La vacuna AstraZeneca está en la mira de nueve países, pues han suspendido la aplicación de las dosis por un sentimiento de desconfianza que crece en Europa.
La razón de la suspensión es que aparecieron varios casos con problemas de coagulación sanguínea que incluso ha causado la muerte de algunas personas. Austria fue el primero en advertir el problema por la muerte de una enfermera de 49 años por trombosis días después de recibir el fármaco.
Los expertos indican que hay efectos secundarios “muy raros” que no aparecen en los estudios controlados, pero sí después cuando hay mucha gente expuesta a la vacuna. Otros países que suspendieron este fármaco fueron Dinamarca, Noruega, Islandia, Estonia, Lituania, Letonia y Luxemburgo.