Un sorprendente hallazgo tuvo lugar en un taller del sur de China, pues los dueños del local, que estaba abandonado, encontraron un gigantesco nido de avispas de 1.7 metros de largo.
El armazón se encontraba colgado en el techo del lugar, y por temor, los dueños prefirieron esperar a las autoridades encargadas para evitar ser atacados por los insectos.
Según los expertos, este nido se habría formado hace dos años. Afortunadamente, ya no había avispas en su interior, por lo que no había peligro de retirar el armazón.