En Quillacollo, Cochabamba, Bolivia, un enorme grupo de jóvenes generó una estampida humana al intentar escapar de la policía, que realizó una intervención en una discoteca clandestina.
Los agentes terminaron ayudando a las personas que fueron aplastadas por la avalancha de gente que huía del arresto y multa que el gobierno de La Paz ha impuesto como sanción a estas festividades.
Pese a la cobertura, este no sería el único local en funcionamiento. En otras partes del mismo distrito se encontraron personas sin mascarilla ni distanciamiento, consumiendo bebidas alcohólicas.
La intendencia local inició el desalojo y decomiso de los equipos de música. Además los dueños del local y participantes fueron arrestados por incumplir las restricciones contra la COVID-19.