Alcohólicos y drogadictos que viven completamente desconectados de la realidad han tomado los alrededores de las líneas del tren en la avenida Ferrocarril, en la zona de Praderas, en El Agustino.
Pese a que cada día serenos del distrito intentan erradicarlos, continúan regresando. Este lugar también es compartido por familias enteras en la extrema pobreza.
Los vecinos temen dar declaraciones por miedo a sufrir las represalias de estas 'Almas perdidas'. Según la municipalidad, entre drogadictos y alcohólicos, cada día son erradicadas entre 30 y 60 personas en la avenida y la zona de la ribera del río Rímac.
La situación no solo afecta a la tranquilidad de los vecinos y genera crisis social. También arriesga la salud en un contexto de pandemia.