Nuevamente la familia Trump causa polémica. Esta vez Ivanka Trump, la hija del magnate, asombró a la opinión pública al saberse que no permite que sus guardaespaldas usen los baños de su casa.
De acuerdo al diario The Washington Post, Ivanka y su esposo no permiten que los agentes del servicio secreto asignados para su seguridad usen alguno de los siete baños de su residencia, por lo que han tenido que alquilar por 3 mil dólares mensuales un baño en un estudio al frente de la propiedad del matrimonio.
Los agentes han tenido que buscar un baño fuera de la propiedad desde hace tres años, alquilando el baño de un restaurante e incluso usar el garaje de la casa del expresidente Barack Obama. Sin embargo, lo que causó más escándalo fue la instalación de un baño portátil en plena calle.