Este insólito hecho ocurrió en Argentina, cuando en un callejón a altas horas de la noche, un ladrón se baja de la moto que conducía su cómplice y se acerca a su víctima.
Sin embargo, el asaltante que apuntaba con su arma al otro joven, se da cuenta que es un viejo amigo suyo, por lo que inmediatamente baja el arma, le pide disculpas y lo saluda afectuosamente.
Tras esto, se despide y se sube al vehículo, mientras tanto el joven que iba a ser víctima de robo, le desea buena suerte y continúa caminando.