Esta mañana, los manifestantes impidieron las operaciones del aeropuerto internacional de Hong Kong por segundo día consecutivo, obligando a las autoridades a cancelar todos los vuelos, luego que los protestantes tomaran el terminal aéreo como parte de su campaña de presión para lograr reformas democráticas.
Las protestas en el aeropuerto y la suspensión de vuelos suponen una escalada en las protestas antigubernamentales que comenzaron en junio, ante un supuesto intento de recorte de las libertades por parte del gobierno chino en la ex colonia británica, cuyo control asumió en 1997.
Los manifestantes, en su mayoría estudiantes, exigen la renuncia inmediata de Carrie Lam, la jefa del gobierno de Hong Kong, y que su sucesor sea electo por sufragio universal y directo, y no designado por el gobierno chino, como ocurre en la actualidad.
También, exigen una amplia investigación sobre la violencia policial registrada en los últimas semanas, después de que se produjeran enfrentamientos con la policía y hubiera centenares de heridos, varios de ellos graves, y decenas de detenidos.