Un juez federal de San Francisco bloqueó de forma temporal la nueva normativa con la que el presidente Trump restringía las condiciones de solicitud de asilo, hasta el punto de frenarlas, principalmente para los centroamericanos.
La orden ejecutiva establecía que los migrantes ilegales debían pedir asilo primero en cualquier país antes de llegar a Estados Unidos, y solo optar por EEUU si se les había negado allí previamente.
El juez Jon S. Tigar considera esa orden "arbitraria" e "inconsistente con las leyes de asilo existentes" y obliga a la Administración de Trump a seguir aceptando las peticiones de asilo de todos los solicitantes.