Un nuevo ataque del Gobierno Sirio y sus aliados contra una ciudad controlada por grupos insurgentes, ubicada al noreste del país, dejó siete personas muertas y varios heridos.
La última ofensiva militar contra grupos insurgentes se inició hace dos meses, y ha dejado más de 540 muertos y unos dos mil heridos, entre ellos varios niños.
El Gobierno Sirio continúa con sus ataques pese a que ha asegurado que las Fuerzas Armadas ya controlan todo el país y que los grupos terroristas han sido aniquilados.