Ratas gigantes deslizándose en el Metro de Nueva York parece estar demostrando una realidad, que en la Gran Manzana, estos roedores están ganando la batalla. La situación es preocupante, ni los más de 32 millones de dólares que se invirtieron para acabar con esta plaga han hecho efecto.
En un año, la presencia de los roedores creció un 40% y mientras los vecinos se van a otras ciudades, las ratas se quedan; están en las calles, casas, negocios, hasta en el metro. La gente afirma que ni el veneno puede matarlas, los gatos tampoco.
El actual alcalde Bill de Blasio les declaró la guerra pero como sus 109 predecesores no tuvo éxito, no basta ni con el equipo especial que extermina ratas colocando hielo seco en las madrigueras de los roedores para asfixiarlas.
El principal factor que contribuye al incremento de la población de ratas es el ineficiente sistema de recojo de basura, pero, también, es clave el boom de la construcción y según los expertos, el cambio climático.
Los inviernos más suaves elevan la supervivencia del mamífero y aceleran su proceso de reproducción.
