Victorina Morales, la inmigrante que denunció maltratos en diciembre pasado, demás de ser una trabajadora indocumentada del club de golf del presidente estadounidense, Donald Trump, sigue viviendo un drama, pues ahora teme represalias.
Y es que, tras meses de revelar su situación, ha recibido amenazas por parte de sus excompañeros en el club, quienes también perdieron su empleo. Tras más de cinco años de trabajo, donde fue reconocida por su servicio sobresaliente, este es el amargo recuerdo que le queda.
A la denuncia de Victorina se suman otras 38, de trabajadores sin documentos que también han decidido hacer frente a lo sucedido. Ahora ella espera que se haga justicia y se investigue los hechos.