En Paraguay, Mario Abdo Benítez es el nuevo presidente de esa nación, cuenta con 46 años, es empresario y heredero de una enorme fortuna amasada por su padre, Mario Abdo, mano derecha del ex mandatario Alfredo Stroessner (1954-1989).
Abdo Benítez ha llegado al poder con la promesa de sacar a su país de la pobreza endémica que padece el país y combatir la corrupción. "Vamos a construir una Justicia independiente para que se acabe la impunidad en la República", dijo tras asumir la presidencia de Paraguay.
El gran desafío del nuevo presidente paraguayo será recolectar el apoyo mayoritario dentro de su propio partido, divido históricamente en múltiples líneas internas. De ello dependerá que logre apoyos en el Congreso, que en Paraguay tiene un enorme poder, al punto que puede destituir al presidente en cuestión de horas.
