Los mandatarios de los Estados Unidos y Corea del Norte, Donald Trump y Kim Jong-un, hicieron historia en el hotel Capella de la isla de Sentosa en Singapur. Su encuentro duró más de tres horas en una cumbre en la que dieron muestras de optimismo y donde acordaron trabajar hacia la completa desnuclearización de la península coreana, mientras que Washington se comprometió a garantizar la seguridad de Norcorea.
Los gobernantes se reunieron ante la mirada atenta de unos 5.000 periodistas apostados en el lugar y el mundo entero, que siguió la cumbre desde diversas plataformas. La cumbre en Singapur representa una apertura esperada durante 70 años, pero que era impensable hace solo unos meses, ya que intercambiaron muchas diferencias que despertaron temores de una guerra nuclear.
"Creo que esto es el preludio para una maravillosa paz", afirmó Kim Jong-un durante la reunión. "La reunión ha sido realmente fantástica. Ha habido muchos avances", agregó Donald Trump.
Cabe indicar que el comunicado conjunto firmado por ambas partes al final de su histórica reunión dio pocos detalles sobre cómo se lograría la desnuclearización.