Un avión estratégico bombardero supersónico B-1B Lancer de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos realizó especiales simulacros de guerra sobre territorio de Corea del Sur junto con los aviones cazabombarderos F-22 Raptor, como parte de 5 días de ejercicios de entrenamiento. La maniobra fue calificada como una respuesta a las provocaciones del régimen comunista de Kim Jong-un, dijeron las autoridades de defensa de Corea del Sur.
Las aeronaves realizan simulacros de ataques contra supuestos objetos nucleares y de misiles de Corea del Norte, aunque, según Washington, los ejercicios tienen "naturaleza defensiva".
Como se infirmó el pasado 28 de noviembre, Pionyang probó con éxito su misil balístico intercontinental Hwasong-15, cuyo alcance superaría "más de 13,000 kilómetros", lo que significa que "puede alcanzar toda la parte continental de los Estados Unidos".