Los neonazis han vuelto a desfilar por las calles alemanas. Esta vez, lo hicieron en “Spandau”, al oeste de la ciudad de Berlín, para conmemorar los 30 años de la muerte de Rudolf Hess, mano derecha de Adolf Hitler. durante la manifestación se registraron episodios violentos.
Fueron cientos de personas. muchos acudieron ataviados de blanco y negro, portando banderas y carteles y en una de esas pancartas se alcanzaba a leer: “No nos arrepentimos de nada”.
Los manifestantes avanzaron por las vías, en medio del rechazo de un gran número de residentes y grupos de izquierda, quienes eran parte de una contramarcha que tenía que objetivo evitar que la movilización llegue hasta donde Hess se suicidó.
Alrededor de mil efectivos fueron desplegados para garantizar la seguridad a lo largo de una jornada, en la que, por cierto, 39 personas fueron detenidas.