Mientras el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenaza a Corea del Norte si se atreve a disparar sus misiles, en Guam, la isla elegida como blanco por el régimen de Pyongyang ha optado por ponerse en manos de Dios, ya que cientos de personas se reunieron el fin de semana para rezar por la paz.
Por otro lado en las calles de norcorea, los ciudadanos se encuentran alertas a los mensajes del régimen de su líder kim Jon-Un, quien no quiere dejar de mostrarse desafiante frente a los Estados Unidos.
Pese a los mensajes del régimen norcoreano que anuncia la disposición de 3 millones y medio de ciudadanos para luchar como voluntarios contra Washington, en estos últimos días, en sus calles no se ha mostrado ningún despliegue, ni desfile militar alguno.
