Luego que Corea del Norte fracasara en su ensayo armamentista, Estados Unidos reaccionó. El vicepresidente Mike Pence calificó la reciente prueba como una provocación.
"La provocación de esta mañana de Corea del Norte es simplemente el último recordatorio de los riesgos que encara cada uno de vosotros cada día", indicó Pence ante un grupo de militares en la céntrica base militar de Yongsan, en la capital surcoreana.
El misil, según información proporcionada por funcionarios del gobierno surcoreano, explotó a los pocos segundos de ser lanzado. La preocupación ante un posible conflicto bélico en la península coreana se ve reflejada en los ciudadanos surcoreanos, muchos de ellos critican la participación de Washington.
Mientras tanto, se conoció que Estados Unidos viene trabajando con sus aliados internacionales y el gobierno chino en una serie de opciones con las que busca poner punto final a las provocaciones del régimen de Kim Jong-un, en caso se niegue a abandonar su programa nuclear y continúe con sus prácticas desestabilizadoras.
