Brinks es un tierno pitbull que fue rescatado de las calles de Nueva York, y es considerado por muchos, el perro más feliz del mundo. Su dueño, John, lo encontró cuando era tan solo un cachorrito y no pudo dejarlo abandonado, pues descubrió que Brinks tiene una habilidad muy curiosa: sonreír.
Han pasado ya 12 años en los que el can llegó a la vida de John para devolverle la felicidad, quien más que su amo, se ha convertido en su mejor amigo. Este perro que un día fue abandonado, es la nueva estrella de las redes sociales donde conmueve con su historia. "Definitivamente es lo mejor que me ha pasado", comentó John.