La ciudad de Utsunomiya, ubicada al norte de Tokio, vivió una de sus más violentas jornadas por varias explosiones registradas durante el fin de semana.
El primero lo ejecutó un anciano de 72 años que decidió quitarse la vida con una bomba en un parque donde se realizaba un festival de arte. Tres ciudadanos quedaron heridos, dos de ellos de gravedad.
Luego, en un aparcamiento, dos coches, uno de propiedad del suicida, terminaron consumidos por el fuego luego de otra explosión. Los bomberos tuvieron que lidiar contra las llamas que amenazaban con expandirse a otros carros.
Mientras esto sucedía en alrededores del lugar, a unos ocho kilómetros, la vivienda del exmilitar era consumida por el fuego. La Policía ahora investiga la causa de las explosiones que sacudieron Japón, aunque sospechan que estuvieron ligadas al exsoldado, de quien, además, suponen que tenía problemas familiares.
