Se trata de Federica e Isabel, ambas con 44 años de edad, que se conocieron en medio de trabajos a favor de los pobres y personas con serios problemas de drogas, durante una visita pastoral hace tres años.
Desde entonces, un profundo interés surgió entre las monjas franciscanas, un amor que fue cultivándose con el paso de los años y labores en conjunto. Hasta que decidieron contraer nupcias. La ceremonia civil se celebró en el remoto pueblo de Pinerolo, en la provincia de Turín.
Sin embargo, antes tuvieron que seguir con los procedimientos necesarios ante el Vaticano para dejar los hábitos.
