Las calles de Charlotte lucen ocupadas por las fuerzas del orden después de que el gobernador de Carolina del Norte, decretase el estado de emergencia tras dos noches de fuertes disturbios.
A partir de la medianoche hasta las seis de la mañana regirá el toque de queda indefinido en el estado, medida tomada por las autoridades para concluir con las manifestaciones violentas.
Pese a que se rige este decreto cientos de personas se movilizaron por las calles, en marchas pacíficas, en protesta por el homicidio de un hombre afroamericano por un policía.