Más de 300 renos salvajes murieron en el acto tras ser alcanzados por varios rayos en la meseta de Hardangervidda en Noruega.
Los animales se encontraban en una zona montañosa cuando sufrieron las descargas durante el paso de una tormenta eléctrica. Un total de 323 renos, entre los que se incluye 70 crías se encontraban entre las víctimas.
Las imágenes posteriores a la tragedia, fueron registradas por las autoridades medioambientales noruegas que aún no salen de su asombro por la gran cantidad de animales fallecidos.