En Turquía, la detonación de dos coches bomba dejaron al menos seis personas muertas y un centenar de heridos.
Los atentados fueron realizados a pocos metros de las estaciones de Policía en las ciudades de Elazig y Van, ubicadas al este del país. La explosión destruyó ventanas y provocó daños en las estructuras de varios edificios.
Según las autoridades, tres policías se encuentran entre los fallecidos. Aunque el ataque no ha sido reivindicado por ningún grupo, las autoridades turcas responsabilizan al grupo rebelde del partido de los trabajadores del kurdistán.
