Al menos 104 personas han muerto y varios centenares han resultado heridas después de que las Fuerzas de Seguridad de Etiopía dispararan contra opositores al Gobierno en varias partes del país, según informe de Amnistía Internacional.
Miles de personas se manifestaron en distintas ciudades de Oromia durante el fin de semana para mostrar su descontento por las continuas detenciones y abusos contra opositores, activistas y políticos que apoyan la causa independentista oromo.
Además, de reprimir de forma brutal las manifestaciones, el gobierno etíope interrumpió las comunicaciones, el acceso a las principales redes sociales y servicios de mensajerías para evitar nuevas concentraciones.