A pesar de haber transcurrido 20 años de la muerte del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, aun no se han perdido parte de sus excentricidades que adoptó para poder ingresar la droga al país.
Escobar dejó a Colombia un legado que fascina pero también preocupa; hipopótamos que, tras la muerte del capo de la cocaína, se convirtieron en la mayor población fuera de África.
Estos hipopótamos no solo han aprendido a convivir con la población, sino que se han reproducido fuera de su habitad. Estas especies han generado un complejo dilema ecológico y humano.