Once balseros cubanos fueron interceptados por agentes de la Guardia Costera de Estados Unidos cuando pretendían llegar a las costas de Diana Beach en Florida.
Los inmigrantes pretendían hacer prevalecer la política de “pies secos - pies mojados” que establece que si estos tocan tierra por sus propios medios se les brindaría asilo en el país.
Seis de las personas intervenidas fueron llevadas a un centro hospitalario y otras cinco han sido detenidas en la ciudad.